Add parallel Print Page Options

11 ¿Ves lo que tengo en la mano? Es el borde de tu manto. Lo corté, pero no te quise matar. ¿No te convence esto de que no estoy tratando de causarte daño y que no he pecado contra ti, aunque tú has estado buscándome para darme muerte? 12 Que el Señor juzgue entre nosotros. Quizás te castigará por lo que estás tratando de hacerme, pero yo jamás te haré daño alguno. 13 Dice el viejo proverbio: “Un mal provoca otro mal”. Pero yo no te tocaré para dañarte.

Read full chapter